En 2004 Néstor Bohigas tuvo una idea.
Con más de 3 lustros de experiencia organizando eventos outdoor de la talla del mítico Raiverd o la legendaria Maratón el Aneto, el siguiente paso, adelantándose una vez más a su tiempo, fue crear una revista especializada en carreras por montaña. Meses de trabajo darían su fruto con la publicación del primer número de Revista TRAIL en julio de 2005, contra corriente de todos los que ponían en duda, ya entonces, la viabilidad del proyecto.
REVISTA TRAIL: MAYORÍA DE EDAD
«LA REVISTA PIONERA DEL TRAIL RUNNING»
A principios de 2005, Revista TRAIL era aún sólo una idea, sin siquiera un nombre. En ese momento, desde su empresa No Limit S.L., y con el apoyo de su hermano, el malogrado Nil Bohigas, Néstor empezó a formar el que sería el equipo fundacional de la revista, con Eliseu T. Climent como responsable de redacción, Teresa Sabater como responsable de diseño y Quim Farrero como responsable de fotografía.
No fue fácil decidir un nombre, y el éxito de la elección queda reflejado en su evidencia actual ¿Qué mejor nombre que, simplemente, Revista TRAIL?, aunque en el momento en que se decidió, el término no era, ni con mucho, lo popular y evidente que nos pueda parecer en la actualidad.
Los inicios no suelen ser fáciles. Más cuando los medios son modestos y el nivel de experiencia es limitado; como colofón final a los meses previos de trabajo, la preparación del primer número para ser llevado a imprenta, implicó una semana de vorágine laboral de más de 100 horas en la redacción, durmiendo incluso algunas noches en ella, un esfuerzo titánico para un primer número que, visto en perspectiva, tiene la inocencia de las primeras veces. La ilusión es poderosa y es, claramente, lo que nos ha llevado hasta aquí. Y hemos aprendido mucho a lo largo de estos años. Afortunadamente.
Y, más allá del equipo estable – en el que también contamos en su momento con Mònica Aguilera, Marc Ràfols y Miquel Banchs – siempre con la ayuda de nuestros colaboradores a lo largo de estos años: Bárbara Martínez, Bea García, Pep Mayolas, Luís Bonete, Biel Ràfols, el equipo de Quiro-Clinic, Enric Violan, Eduard Barceló, Aurelio A. Olivar… y, como no, el gran Quico Soler, que vertió su peculiar y directa visión del mundo del trail en la que fue una de las secciones más populares de la revista.
Y en estos años han pasado muchas cosas, pero la más importante para nosotros ha sido el paso del mundo impreso al mundo digital. Un destino evidente al que nos hemos resistido con uñas y dientes hasta que la realidad, acelerada por la pandemia, nos ha obligado. Y no porque no creamos en el mundo digital (sería absurdo): Revista TRAIL tiene una página web en la que se publicaba actualidad desde sus inicios, cuando lo más “moderno” eran los foros temáticos. Pero siempre hemos sido dados a la reflexión, imprescindible para ponderar y estructurar lo que se publica y, para eso, creemos necesario ese tiempo que la inmediatez del mundo digital nos roba. Pero más allá de esto, nunca podremos negar que la renuncia al formato impreso, con todo lo que representa en cuanto a concepto y presentación, fue una decisión dura. Ahora, desde enero de 2021, Revista TRAIL se basa en un formato totalmente digital, con sus redes y sus artículos publicados en la web. No nos planteamos publicar por publicar, hacerlo “porque hay que llenar”. Queremos seguir manteniendo una línea propia. No lo publicamos todo ni nos valemos de temas supuestamente polémicos o nombres famosos simplemente para favorecer el “click”. Somos un medio especializado en trail.
La atomización de medios y la creencia de muchas marcas de que con su publicidad endogámica les basta, hacen difícil sobrevivir día a día a cualquier medio profesional, a pesar de la fidelidad de algunas de esas marcas que, de forma constante o intermitente, han dado soporte a nuestro proyecto (¡Gracias!) Aquí, nos permitiremos una reflexión para los que piden una prensa independiente: les pediríamos que se planteen en qué contribuyen para hacer posible esa prensa independiente.
18 años de editoriales y “Reflexiones”
El artículo editorial – actualmente las “Reflexiones” en el formato web – define la línea de una publicación. Porque, además de informar y divulgar, creemos que es también importante, en algunos temas, dar una visión subjetiva, acertada o no, de la actualidad de nuestro deporte, asumiendo que todo es opinable, discutible y rebatible, pero siempre basándose en el rigor, el dato y el respeto. En resumen: la honestidad.
En este aspecto lo que ha cambiado es la relación con el lector. Lo que antes eran los correos (o incluso cartas) que llegaban a la redacción, ahora se traduce en comentarios en redes, más viscerales y menos reflexivos a veces, tanto para bien como para mal.
18 años de artículos divulgativos
Para Revista TRAIL el concepto de divulgación ha prevalecido siempre sobre el puramente deportivo. Ciertos artículos (los “artículos de portada” en nuestra época impresa) son el recipiente de lo que, creemos, es la esencia de la cultura del trail (si: cultura).
Hemos hablado de territorio, de carreras, de organizaciones, de música cine y libros, de rescates, de controles antidopaje, de convivencia con la caza, de la propiedad de nuestro terreno de juego, de reglamentos… Temas, en definitiva, que nosotros consideramos importantes para nuestra cultura deportiva y que, lógicamente, han ido evolucionando con el tiempo. En unos inicios en los que el nivel físico y la experiencia de la media de los practicantes eran más discretos que en la actualidad, los reportajes sobre preparación, tanto de ultras como de pruebas más cortas, la autosuficiencia o el paso del asfalto a la montaña, por poner algunos ejemplos, eran más necesarios.
Hoy en día muchos de estos temas están, tal vez, superados, pero sigue habiendo multitud de aspectos a tratar vinculados a nuestra actividad deportiva, muchos de ellos nacidos de la evolución natural del trail, que nosotros hemos presenciado, y contado, desde ese lejano 2005.
Porque hubo un tiempo en que esos equipos de corredores auspiciados por la marca pertinente, tan en boga hoy en día, no existían y la profesionalización era una quimera. La eclosión del trail facilitó que las marcas empezaran a ver cómo los productos para correr por montaña iban ganando peso en sus balances y, por tanto, empezaran a cuidar esa línea, viendo como superaba, en algunos casos, a las líneas tradicionales de negocio.
Un concepto, “profesional”, que no es que ahora sea ninguna maravilla –también hemos hablado de ello en nuestras páginas- aunque se ha recorrido mucho camino estos 18 años.
Muchas cosas han cambiado, y entre ellas el perfil genérico de corredor que entra en el mundo el trail, que ya no necesariamente viene de la montaña. Eso implica sangre nueva y puntos de vista diferentes, algo siempre enriquecedor, pero hace necesario, más que nunca, divulgar el concepto “montaña” que es el que está por encima y que es el que, ante todo, hay que entender: al fin y al cabo, es con el que hay que convivir más allá de carreras, cronos, tiempos y material.
18 años de entrevistas
Y otros tantos personajes que nos han ofrecido una visión global y diversa del mundo del trail.
Hemos entrevistado a muchos corredores, tanto de élite como populares, pero también a organizadores, médicos, filósofos, dietistas, diseñadores de material, fotógrafos, federativos… perfiles de los que nos ha parecido interesante su aportación al mundo del trail. Puntos de vista diversos.
Hemos charlado con muchos de los grandes nombres del mundillo, desde los componentes de aquella generación dorada en que aparecieron los primeros equipos semi profesionales, con gente como Iker Karrera, Miguel Heras, Tòfol Castanyer y, como no, Kilian Jornet, a quién entrevistamos por primera vez en Revista TRAIL cuando aún era un crío y acudió a la cita acompañado por su padre. Sólo él y Miguel Heras – de momento – han repetido.
En nuestras entrevistas hemos descubierto a muchos personajes que nos han sorprendido gratamente, gente que, más allá de sus posibles marcas deportivas, tienen cosas interesantes que decir, o que nos han desvelado puntos de vista diferentes y, sobretodo, formas diversas de afrontar nuestra relación con el trail desde muchos ángulos.
Y el denominador común de estas entrevistas ha sido, si se nos permite la expresión, el “buen rollo”; a pesar de que nunca hemos dejado de preguntar o comentar aquello que nos ha parecido interesante, todos nuestros entrevistados saben que el “golpe bajo” nunca ha sido –ni será- nuestra aproximación: no necesariamente contamos todo lo que sabemos y siempre hemos respetado aquello que se nos confiesa “off the record”. Así seguirá siendo.
Los temas a tratar, que siempre han dependido del personaje, han tenido no obstante una evolución, sobre todo cuando se trata de atletas, con los que las cuestiones sobre patrocinios y profesionalización han ido ganando protagonismo, y entre los que cada vez son menos los que tienen sus orígenes deportivos en la montaña.
18 años de carreras
Las hemos visto crecer. Hemos publicado crónicas sobre centenares de ellas, y hemos hecho el seguimiento de algunas, año tras año, desde el inicio de la revista. Hemos sido testigos directos de la evolución de carreras que, tras unos inicios modestos son, actualmente, auténticos monstruos organizativos.
Una evolución que os hemos ido contando edición a edición, habiendo sido, en algunos casos, el único medio en pruebas en las que actualmente son docenas (véase centenares) los medios acreditados, muchos de ellos nacionales.
Desde el punto de vista de la cobertura de carreras, el primer año de vida de TRAIL estuvo muy marcado por dos carreras en especial: UTMB (por aquel entonces “Ultra Trail du Tour du Mont-Blanc”) y Transgrancanaria. En la primera, con un reportaje publicado en nuestro segundo número, descubrimos un mundo que, ya entonces, era de unas dimensiones que estaban fuera de toda medida en el mundo del trail, a pesar de estar aún muy lejos de lo que es en la actualidad: con diecinueve corredores españoles inscritos, nos vimos trabajando con un pequeño grupo de periodistas (menos de una docena) en la cobertura de la prueba. Todos en un pequeño mini bus. En la última edición celebrada se acreditaron más de doscientos cincuenta medios y los corredores españoles representan desde hace años a uno de los países con más inscritos. Por otro lado, en Gran Canaria, vimos entonces una carrera modesta, ignorada por la administración que, a base de tesón y buen trabajo, se ha convertido en una de las carreras de referencia en el calendario mundial.
Pero estas son sólo dos anécdotas entre las docenas y docenas de carreras que hemos cubierto para contaros. Hemos visto otras pruebas que también se han situado en la cima de los eventos de trail, pero también ha habido las que no han sobrevivido. Por mil razones. Que van desde el cansancio de los organizadores a las dificultades planteadas por las administraciones. Porque hubo un tiempo en que había que implorar para que un ayuntamiento diera alguna facilidad para la celebración de un evento deportivo, al menos de trail. A lo largo de estos dieciocho años hemos visto como esto iba cambiando, como el trail se convertía en un poderoso motor de eso que actualmente se llama “turismo activo” y las administraciones, encabezadas por ayuntamientos y diputaciones, no sólo fueron dejando de poner impedimentos o mostrar indiferencia, sino que, en algunos casos, son los promotores del proyecto y, habitualmente, sus más fieles defensores.
Quedan lejos también aquellos tiempos en que, tras una carrera –sobre todo un ultra- el panorama era parecido al de después de una batalla, con profusión de gente vendada y andares exóticos a causa del sobreesfuerzo. Desde Revista TRAIL hemos sido testigos para vosotros de vuestra evolución, de cómo el nivel físico general ha ido aumentando. De cómo esos cinco o diez corredores que eran capaces de correr todo un ultra se han convertido en centenares. Hemos visto como el nivel físico y, sobre todo, de conocimiento del deporte del corredor popular -la estrella de nuestra revista- ha ido mejorando.
Queremos pensar que algo hemos aportado a lo largo de estos años en términos de divulgación, de entrenamiento, de estrategia y cuidado de la maquinaria corporal.
Pero los tiempos cambian y los retos no desaparecen. Si antes el desafío era conseguir organizar el evento, ahora se trata de hacerlo cada vez mejor, afrontando temas vinculados a la sostenibilidad, un concepto que muchas veces es de cara a la galería para satisfacer a los supuestos “garantes del medio ambiente” que tienen a las carreras en su punto de mira. Es obvio que hay cosas que mejorar – siempre – pero a estas alturas del partido ya hay estudios hasta el aburrimiento que demuestran que la celebración de un evento de trail no es dañino para el entorno siempre, naturalmente, que las cosas se hagan bien. Pero el conocimiento de nuestro entorno, algo de lo que Revista TRAIL siempre ha hecho y seguirá haciendo difusión, es indispensable, tanto a nivel ambiental como a nivel legal: el monte no es de todos, tiene propietarios que nos lo ceden amablemente para que lo disfrutemos. Hay que seguir velando para no romper el juguete.
… y miles de imágenes
La fotografía y el diseño han sido, desde el inicio, también muy importantes para Revista TRAIL.
Contar cosas es nuestra finalidad, pero las cosas no se cuentan sólo con palabras. La capacidad de la fotografía de congelar el tiempo para ser rememorado es algo que desde Revista TRAIL siempre se ha tenido en cuenta, junto a una presentación digna de la mano del diseño. En su momento, fuimos de las pocas revistas que apostaron por dedicar algunas páginas a la fotografía, sin más, por el puro placer de la observación, de disfrutar de un momento, propio o ajeno, perteneciente al pasado. Actualmente, nuestra versión digital basa mucho de su fuerza en las galerías fotográficas de las carreras que cubrimos. El placer de ver y recordar.
La imagen ha llegado a ser, en algún caso, el factor determinante para no publicar algún reportaje: hay un listón que no debe bajar. Esto llegó a ser un problema en aquellos tiempos en que muchas organizaciones no consideraban el factor imagen en la difusión de sus carreras: una de las razones por las que rara vez publicamos algo que no hayamos producido y vivido nosotros en directo (no nos gusta hablar de oídas). Del mismo modo que, y aunque parezca mentira, la calidad de las imágenes servidas por algunas marcas y distribuidores nos obligó, en su momento, a producir nosotros mismos no pocos bodegones de producto para los artículos vinculados al material.
Esto también ha evolucionado con los años: la mayor parte de los organizadores tienen clara la necesidad de disponer de imágenes de calidad para la difusión de sus eventos, del mismo modo que, actualmente, ninguna marca o distribuidor sirve imágenes de sus productos que no cumplan unos mínimos estándares.
A lo largo de estos años, hemos ido cultivando un archivo fotográfico de dimensiones considerables que, más allá de su valor como registro de la actividad de nuestro deporte, nos ha sido de inestimable ayuda en ese difícil 2020 en que las posibilidades de producir material gráfico se vieron reducidas a la mínima expresión.
Si bien la fotografía siempre ha sido importante para nosotros, en estos tiempos en que las redes sociales – prácticamente inexistentes o residuales en los primeros años de Revista TRAIL – son el centro de difusión de todo, desde donde la información se centrifuga a los seguidores, la necesidad de cuidar el contenido gráfico sigue siendo importante. Nunca hemos pensado que los conceptos “es para redes” o “es sólo para ilustrar” excusen el uso de malas fotografías que no estén a la altura de lo que siempre hemos buscado y nuestros seguidores merecen. Con nuestros aciertos y errores.
¿Qué ha cambiado? De entrada, esperamos que nuestra habilidad para producir buenas imágenes haya mejorado, pero también el uso indebido de esas imágenes. La facilidad de creación de un medio digital (pero sin medios gráficos), la importancia de la imagen para la organización de una carrera, todo ellos sumado a la ignorancia, promueve demasiado a menudo – mucho más que hace 18 años – la apropiación indebida de imágenes, lo cual representa un gasto de energía extra para evitarlo y hacer entender.
18 más…
Y seguiremos. Porque queremos hacerlo y queda mucho por contar. Porque vendrán más carreras, más corredores, más lugares que descubrir o redescubrir, más opiniones y relatos que escuchar. Y a pesar de las dificultades de los tiempos que nos toca vivir, a pesar de lo difícil que puede llegar a ser sobrevivir con el compromiso que implica ser un medio profesional, en un mundo que ofrece infinitas posibilidades a quien no quiere compromiso, al que aparece haciendo ruido y desaparece sin dejar rastro, nuestra voluntad es seguir con vosotros, si queréis, dieciocho años más.
Como mínimo.