Fallece Emma Roca
Esta mañana, la noticia corría como la pólvora por las redes.
Emma Roca nos ha dejado.
Nunca es buen momento, pero morir con 47 años, cuando aún hay mucho por hacer y decir, es especialmente triste. Podríamos decir injusto, pero la justicia es un invento humano del que la naturaleza poco sabe.
Emma era una persona muy válida en su campo, extraordinariamente competitiva, directa y sin filtros. Para lo bueno y para lo malo. Como debe ser: las cartas sobre la mesa. Era metódica y estaba dotada con un potencial físico fuera de lo normal que ya en un lejano 1992 dejó patente a los que compartimos con ella, una jovencita de 19 años, una ascensión al Island Peak en el Nepal.
La relación de algunos de los miembros del equipo de Revista TRAIL con Emma viene de hace más de tres décadas y, cómo es natural, nunca nos habíamos planteado la posibilidad de una pérdida así.
Compartimos tiempo con Emma en el ya mítico Raiverd, en el desaparecido Raid Gauloises, en la Marató del Mulleres de principios de siglo, Ultrapirineu, UTMB… la lista es larga.
Pero más allá de sus capacidades deportivas, además de su trabajo como bombera, Emma era científica, y dedicó mucho tiempo y esfuerzos a averiguar cómo reacciona nuestro cuerpo ante los esfuerzos a los que lo sometemos en un ultra, en los que llegó a conclusiones que explicaba con su habitual vehemencia, no siempre comprendida porque interpelaba a muchos que aún creen que su cuerpo no se desgasta.
Y esto, todo lo que Emma aportó a la salud de nuestro deporte perdurará, incluso más que sus logros deportivos.
Ens tornarem a veure, Emma!