LA «TRANS» MÁS EXTRAÑA
Transgrancanaria consigue celebrar la edición de 2021 en un ambiente pandémico.
Se convierte en una de las pocas (¿La única?) carrera del calendario que salva sus ediciones de 2020 y 2021 sin cambiar siquiera las fechas.
Maspalomas, 28/02/2021
Todo es extraño.
El ambiente en la organización sigue siendo el mismo. El calor y el entusiasmo se mantienen, por lo menos de puertas afuera, intactos. Pero falta algo significativo: el ambiente de carrera grande, la aportación de público y acompañantes. El componente social que hace diferentes a los grandes eventos.
A nuestra llegada, antes de la salida de la “Classic” (129 kms) y cuando la “360” está viendo sus primeros “finishers”, nos recibe un inmenso descampado, totalmente vallado y con los accesos restringidos a organización, corredores en carrera y prensa. Lo que habitualmente era un hervidero de corredores y acompañantes recogiendo dorsales, ahora son grandes espacios vacíos a los que los corredores, con cuentagotas, acuden a recoger –con cita previa- el dorsal de la prueba a la que están registrados.
Bromeamos con Fernando González, responsable de Arista Eventos (la empresa organizadora) sobre la similitud de la imagen de esta “Trans” atípica y aquellas que, hace quince años, finalizaban en un descampado a las afueras de Las Palmas. Es como una vuelta a los orígenes, con la misma ilusión sólo que con más recursos y experiencia.
El punto fuerte de la edición, para subsanar la obligada falta de público, será la emisión en directo de la carrera, con un despliegue digno de una cadena televisiva. Tal vez, el futuro de los eventos grandes. La pandemia dirá.
Playa de Las Canteras.
Una hora antes de la salida (y del toque de queda) los corredores van llegando y se preparan y calientan por el paseo. Nadie que hayamos podido constatar con dorsal y sin mascara. La tranquilidad ambiental contrasta con el batiburrillo de sonidos de las anteriores ediciones. Esta vez, incluso parece que el volumen de la música es más discreto.
En al acceso a la playa, voluntarios controlan temperatura y dorsal o acreditación de los que quieren acceder a la arena por ese punto, en el que tras el arco principal de salida, centenares de pequeños conos naranja marcan las posiciones que deberán ocupar los corredores. De estos conos, los más cercanos al arco reservados para los corredores de élite, que serán los primeros en salir en un inicio de carrera atípico en el que los corredores fueron saliendo cada cinco segundos de su sitio, de forma que el tiempo empezaba a contar –de forma individual para cada uno- al registrarse su paso bajo el arco, momento en que, además, podían quitarse la mascarilla.
Este fue el sistema utilizado para dar la salida en todas las pruebas, lo que en algún momento hizo difícil el seguimiento de las carreras sin consultar los datos oficiales en Livetrail.net: el primero en llegar a un punto, no era necesariamente quien iba delante en la clasificación: la maratón vio llegar en tercera posición al que sería el ganador de la prueba, Andreu Simon, que se impuso con un espectacular tiempo de 2h41:27 a su inmediato seguidor Ben Kimtai, uno de los componentes del grupo de corredores kenianos invitados a la isla por el proyecto solidario Sky Runners Kenia .
Todas las pruebas se celebraron con total normalidad, un dato que no sería digno de mención si no estuviéramos viviendo en una pandemia mundial. Los protocolos fueron respetados y, más allá de posibles pequeños errores puntuales, todos los corredores usaban de forma sistemática la máscara para acceder a los avituallamientos, en los que pantallas de plástico los separaban de los voluntarios –con pantallas, máscaras y guantes- que les servían lo que necesitaban. A la entrada de los avituallamientos, los corredores esperaban en cola en el caso de que el aforo establecido llegara al límite.
La solicitud formulada a público y seguidores de no asistir en directo a presenciar el evento, fue bastante respetada en general, sin aglomeraciones en ninguno de los puntos más populares en los que suelen darse. Por la noche además, el toque de queda activo desde la hora de salida de la Classic, propició que la isla quedara vacía más allá de corredores, organización y prensa.
Un fin de semana desapacible en el que el frío, la niebla y, en algún momento la lluvia, fueron los protagonistas –con permiso de la pandemia- en las zonas más altas de la isla. El emblemático Roque Nublo recibió a los participantes de la Classic y la Advance con un fuerte y frío viento que, junto con la niebla, puso a prueba las capacidades térmicas de todos los asistentes.
Una edición más de Transgrancanaria en la que, una vez más, la organización supera -y con nota- la prueba, y en la que, con el correspondiente apoyo de las administraciones, queda más que demostrado que es posible organizar, de forma razonablemente segura, eventos deportivos al aire libre.
Los beneficios de la actividad física colectiva, tanto para la mente como para el cuerpo superan, con mucho, los posibles riesgos si se toman las precauciones pertinentes.
Podéis consultar y analizar los resultados de todas las pruebas en: www.transgrancanaria.livetrail.net
Y también podéis disfrutar de nuestra galería fotográfica