Goierri es una comarca guipuzcoana vinculada a dos grandes nombres: Idiazabal y Zegama. Difícilmente encontraremos a alguien que no sea capaz de identificar una de las dos denominaciones (si no las dos). La riqueza cultural y paisajística de Goierri hacen de la comarca un destino de primera división para todo amante del aire libre (y la buena gastronomía). Pero Goierri no es sólo queso y correr… el territorio da para mucho más.
CERCA DEL PARAÍSO
Goierri es la comarca guipuzcoana que engloba las llamadas “tierras altas” vascas. Ese es el significado de Goierri, y de ahí el término comercial (registrado) “Basque Highlands” que tiene un cierto aire épico.
El trail es una actividad que, por encima de todo, necesita de un entorno determinado y que va más allá, mucho más allá, de las carreras. El trail es, a menudo, una excusa excelente para descubrir territorios en profundidad, al tiempo que hacemos lo que nos gusta.
La actividad física al aire libre puede estar vinculada, en nuestro caso, a correr, pero también a andar o a la bicicleta… todas posibilidades compatibles para las que tenemos un terreno de juego extraordinario en Goierri. Si consideramos además que probablemente no disfrutaremos de ese terreno de juego en soledad, si no que muy posiblemente lo haremos con familia o amigos, estamos ante un destino completo.
Si lo que nos mueve es la competición, la buena noticia es que en Goierri hay vida más allá de Zegama-Aizkorri ( https://www.zegama-aizkorri.com ); no hay que desanimarse si el preciado dorsal no nos llega. Goierri Kopa Trail, circuito nacido en 2016, ofrece hasta 10 carreras en 2024 para darlo todo en los desniveles y senderos técnicos de la comarca. Beasain, Idiazabal, Legazpi son algunos de los municipios que, de enero a octubre, ofrecen la posibilidad de ponerse a prueba en carreras explosivas de entre 10 y 25 kilómetros (más el KV del Txindoki).
Pero todos sabemos que la diferencia entre el senderismo y el correr es, simplemente, una cuestión de ritmos. El terreno de juego es exactamente el mismo y aquí es donde Goierri posee un verdadero tesoro de senderos, lugares y rincones. Opciones sencillas como la vuelta a embalse de Lareo desde Lizarrusti, 7 agradables kilómetros con un desnivel moderado (330D+) que podemos disfrutar al ritmo que queramos, apretando o paseando, o más largos, como el GR283, al que podemos dedicar unos días para recorrer, en varias etapas (96 kilómetros en hasta 6 días), lo que en el mes de julio es Ehunmilak, con la posibilidad de hacerlo conviviendo con diferentes formas de afrontar la actividad, más o menos deportiva, y más o menos centrada en el rendimiento o el placer.
La riqueza histórica y cultural de la comarca nos ofrecerá perlas en las que detenernos o con las que confeccionar rutas o planificar actividades tras el ejercicio. En una zona con tradición minera, vinculada sobre todo al hierro, con orígenes en la baja edad media, la actual vía verde entre Mutiloa y Ormaiztegi nos ofrece un sencillo recorrido de 10K practicable a pie (al ritmo que sea) o en bicicleta. El mismo que, en su momento, hacía el mineral desde su extracción hasta su tratamiento. Las minas de Aizpea conforman un interesante punto de partida para recorridos sin muchas complicaciones en los que pasar una tarde trotando o paseando al tiempo que visitamos los vestigios de esa antigua industria local, con la posibilidad incluso de visitar alguna galería debidamente habilitada.
No hay que decir que, tanto corriendo como andando, el recorrido de Zegama-Aizkorri es un ítem de la comarca a tener en cuenta, más allá de la leyenda deportiva, el itinerario – con señalización permanente – nos llevará a lugares tan mágicos y emblemáticos como el curioso túnel de San Adrián o las cimas del Aizkorri o el Iraule, nombres icónicos de la cultura del trail running, sin olvidar los maravillosos bosques del descenso tras el Paso de Andraitz, en los que la magia de Zegama cobra su máxima expresión.
A todo esto, podemos añadir una visión más lúdica de la actividad al aire libre con los recorridos de orientación preparados en Segura, Zegama y en breves en Lizarrusti, con recorridos de diversas dificultades identificados con colores (amarillo, naranja y rojo) aptos para cualquiera que quiera vivir la experiencia de correr (o andar) con un mapa, una actividad perfecta para rematar una tarde con los más pequeños.
Una vez allí, y en nuestros tiempos de descanso, vale la pena considerar la posibilidad de presenciar alguna de las manifestaciones del deporte vasco, sea la pelota o cualquier muestra de deporte rural, en las que la actividad física de cada día en el monte o el campo se convierte en una forma de medirse con otros, en una sociedad que valora el esfuerzo y la competitividad como pocas.
Pero no todo es deporte: estando en Goierri no podemos olvidar un mundo gastronómico a nuestra disposición con el que recuperar, disfrutando, aquello que hemos quemado durante el día. Todo acompañado con un buen Idiazábal – denominación de origen del queso confeccionado con leche cruda de oveja latxa – y regado, como no, con sidra de manzanas de la tierra en cualquiera de las buenas sidrerías que encontraremos en la zona.
La guinda perfecta para un excelente pastel.