Iker Karrera se impone y vence en el Eiger Ultra Trail

«Desde la salida y con los primeros repechos, me puse por delante, con dos corredores que me seguían de cerca. En la subida de Bort a First, empecé a abrir hueco y de allí en adelante, fue una carrera en solitario. En el km 25 más o menos, el gemelo interno de la pierna izquierda me dio un pinchazo. Los días previos a la carrera ya notaba que estaba un poco agarrado. Eso me provocó molestias en un tendón de la rodilla, molestias que me impidieron correr con soltura y durante toda la carrera, con el miedo de a ver cuando me daría eltirón definitivo que me impediría seguir. Pero cuidando las bajadas e intentando relajar al máximo la pierna, pude aguantar hasta el final. A mitad de carrera ya llevaba 20 minutos de ventaja, lo que me permitió ir gestionando la diferencia», ha explicado Iker, que no olvida la impresión que le causó pasar justo por debajo de la cara norte del Eiger: «Si de lejos impresiona esta pared vertical, cuando pasas justo por debajo de ella, realmente te sientes minúsculo. Me vinieron a la cabeza historias de alpinistas que han intentado escalarla, algunos con éxito y muchos perdiendo la vida allí. Todos ellos unos gigantes y a la vez unos ‘locos'».