Un esperado fin de semana de estreno en el que los elementos se conjuraron contra todo. Con el referente de la dramática sucesión de desastres esa misma semana en la Comunidad Valenciana, los nervios estaban a flor de piel con cualquier cosa que hiciera referencia a la meteorología.
¿LUCHAR CONTRA LOS ELEMENTOS?
A pesar de la bonanza meteorológica del jueves, las previsiones de movimiento de la tristemente famosa Dana eran inciertos. Hasta que dejaron de serlo y se constató que la borrasca pasaría, al día siguiente, por las Baleares, concretamente por Mallorca. Se decreta la alerta naranja y autoridades y organización deciden cancelar, con un comunicado emitido a las 15:00, la M5000, la carrera de 69K que debía salir de Sóller, al oeste de la isla, el viernes a las 6:00 de la mañana para acabar en Pollença al este de la isla tras haber recorrido la mayor parte de la Serra de Tramuntana. De momento todo queda ahí, aunque la SDT, la prueba reina de 150K, pende de un hilo.
El viernes amanece soleado y tranquilo, con algunas nubes discretas, pero con un desarrollo vertical anormal a las 10 de la mañana. Al disgusto de los afectados, se une la sensación de que al final todo quedará en una falsa alarma… pero sobre las 12:30, esas pequeñas nubes ya no son tan pequeñas y se empiezan a dejar oír, en la lejanía, los truenos. Hasta que finalmente estalla la tormenta prevista y durante toda la tarde queda claro que no hubiera sido buena idea, para nada, tener a gente suelta por la montaña, a pesar de que, desde la organización, los voluntarios trabajan sobre el terreno para reubicar y recuperar material de cara a una SDT que, tal como se anuncia el viernes en un comunicado las 14:00, verá retrasada su salida hasta las 6:00 de la mañana del sábado, para un recorrido recortado hasta los 90K. Finalmente, a las 21:00 se emite otro comunicado en el que se notifica que la SDT queda definitivamente cancelada debido a la constatación de la crecida de algunos de los torrentes que en las zonas más bajas debe atravesar el recorrido.
Con la imposibilidad de reubicar a corredores en otras carreras, debido a las limitaciones de aforo marcadas por medio ambiente del Gobierno Balear (todas las carreras están completas), el malestar general se reparte entre la comprensión de muchos y la incomprensión de otros. Los momentos de frustración suelen llevar a una exigencia de compensaciones que está explícitamente descartada en el reglamento (pg.19) en situaciones como la vivida.
A pesar de las adversidades, el mismo sábado fue posible la celebración de la ETM (“Els Tres Mil”), la carrera de 47K que discurre básicamente por la zona alta de la Serra de Tramuntana, a salvo y alejada de los torrentes antes mencionados que afectaban el recorrido de la SDT. En un día finalmente apacible, con una temperatura agradable, más de mil corredores – una cifra redondeada con algunos élites que sí fueron reubicados – partieron de Sóller rumbo a las zonas altas de la Serra, en un recorrido que asciende a las tres puntas de mil metros de la isla de Mallorca, y que es técnico en su práctica totalidad, con toda la piedra imaginable, y en el que entre los controles de Tossals Verds y Cúber se originó un gran atasco, para la segunda mitad del pelotón, debido a un pasaje técnico con una cadena al final de un estrecho sendero que obligó a la organización a modificar el tiempo de corte en Cúber a fin de dar cabida a los afectados.
Una carrera en la que Yoel de Paz (4h19:25) y Rosa Lara (5h10:17) fueron los vencedores, por delante de Bogdan Damian (4h23:20) y Leonard Mitrica (4h26:17) por un lado y Bailey Kowalczyk (5h15:59) y Martina Valmassoi (5h23:16) por el otro. Cabe destacar la quinta posición del incombustible Miguel Heras (4h27:35) que estuvo siempre en el grupo de cabeza en una distancia que ni siquiera es la de su preferencia y en la que no dejó de presentar batalla a los más jóvenes.
Ya el domingo por la mañana la media maratón, la Camins de l’Arxiduc, se vivió sin incidencias decidiéndose a favor de un Eduard Hernández (2h01:46) que acabó con las pretensiones de victoria de un Valentin Benard (2h04:51) que lideró buena parte de la carrera. En mujeres Judith Wyder (2h13:32) dominó con autoridad todo el recorrido por delante de sus seguidoras Isabel Calero (2h25:06) y Margherita Vitali (2h32:41).
Y finalmente, a pesar de la pausa meteorológica ofrecida, el domingo por la tarde se volvieron a complicar las cosas, tanto en las islas como en la península con el resultado de numerosos vuelos atrasados o cancelados: a la hora de publicar este artículo, aún hay gente esperando para volver de Mallorca.
En definitiva, un fin de semana complicado en que se hizo todo lo que se pudo para salvar el estreno de un evento cuyos recorridos ofrecen secciones de una belleza (y tecnicidad) verdaderamente remarcables.
Tal vez tendremos que ir acostumbrándonos a someternos (aún más) a las veleidades de la meteorología en tiempos futuros. Lo que está claro es que luchar contra ellos es, sistemáticamente, perder.