Recorren la Ruta Mozarabe del Camino de Santiago de 410 km en 5 dias

Recorrer 410 kilómetros en cinco días. Dicho así suena imposible, sin embargo las credenciales y certificaciones de ruta de Antonio Madriñan y Demetrio Álvarez ratifican que, completaron la ruta mozárabe del Camino de Santiago (que va desde Zamora hasta Santiago) en tan solo cinco días y corriendo. Con una media de 82 kilómetros y 14 horas al día, estos dos ultrafondistas han logrado cumplir con un reto prácticamente imposible para la mayoría de los mortales.

Antonio Madriñan y Demetrio Álvarez son dos ultrafondistas esponsorizados LURBEL cuyo nombre es ya sinónimo de reto, de gesta. Llevan a sus espaldas en lo que va de temporada cuatro carreras de 24 horas, dos de 100 kilómetros y alguna carrera suelta de montaña con grandes resultados. En todas ellas, se han mostrado incondicionales de las medias compresivas de LURBEL y de las camisetas térmicas de las que valoran muy positivamente su rendimiento.
Todo este palmarés y acopio de kilómetros y desafíos, muchos de ellos de carácter solidario (el último de ellos en Villagarcía de Arousa, Pontevedra, en julio, dirigido a la Asociación Por Dereito en favor de niños con autismo) les ha servido, sin duda, como antesala de preparación para este reto sin precedentes que empezó el 31 de julio y finalizó el 4 de agosto.

«Regenactiv, nuestro secreto»
Madriñan y Álvarez tienen claro todo lo que es prescindible y lo que no lo es para llevar a buen puerto una odisea de estas características. En la lista de lo imprescindible están los calcetines Regenactiv® de LURBEL. En estas circunstancias, ambos ultrafondistas están en condición de explicar mejor que nadie cómo rinde uno de los productos estrella de la enseña valenciana de prendas técnicas deportivas. En este sentido, Madriñan no duda en afirmar: «los calcetines de la gama Regenactiv® sin duda son nuestro producto estrella y nuestro gran secreto, es casi impensable correr sin ellos, es el único producto que es capaz de permitirte correr 410km con una comodidad y una sensación de higiene muy agradable»

Con todo, el recorrido no ha sido un camino de rosas, nunca mejor dicho, ya que a la envergadura del reto tenían que sumar las contradictorias condiciones ambientales (desde 43ºC a lluvias torrenciales), la ausencia de mapas ni ningún tipo de apoyo más allá de una mochila con una toalla, un pantalón y una camiseta secos y dinero para comer.

En el apartado de las anécdotas cabe destacar que llegaron a Santiago con un grupo de ciclistas que comenzaron el camino un día antes que ellos dos, y además en algunas etapas los adelantaban. No son máquinas, son el fiel reflejo de la capacidad de superación personal y la autoexigencia y representan mejor que nadie los valores de deportividad y vida sana que hoy tomamos como espejo aspiracional.

Fuente: Lurbel