EMPIEZA LA TEMPORADA DE REFUGIOS DE MONTAÑA
Hemos estado en la apertura del refugio Ventosa i Calvell (Parque Nacional de Aigüestortes)
Tras semanas de incertidumbre para todo el mundo, a la espera de la evolución de la pandemia y sin directrices claras por parte de la administración, los refugios de montaña del país han empezado a abrir sus puertas y a prepararse para empezar a recibir usuarios, con la perspectiva de que este año, a pesar de las limitaciones de aforo, la demanda será más alta dada la previsión de dificultades para viajar y, en el caso del trail, de la ausencia casi total, de momento, de carreras en las que poder desfogarse.
Este verano más que nunca, los refugios se convertirán en puntos clave para dar soporte logístico a aquellos que se decidan por seguir alguno de los más que populares itinerarios que pueblan las montañas. O bien por instalarse unos días en alguno de ellos y explotar a fondo las posibilidades para el trail que ciertas zonas de montaña ofrecen.
Hemos aprovechado la producción de un reportaje sobre la zona para nuestro próximo número de Revista TRAIL, para presenciar la apertura y acondicionamiento de uno de esos refugios, el Ventosa i Calvell, situado a 2.220 mts de altitud en una aislada zona del Parque Nacional de Aigüestortes. Alta montaña de verdad.
La primera medida en base a las limitaciones de aforo que, de momento está en un 30% de la capacidad, ha consistido en reacondicionar el dormitorio dejando espacio entre colchones e instalando separadores entre ellos. La medida ha comportado el traslado en helicóptero de los colchones sobrantes a un almacén alquilado en el valle, dada la imposibilidad de almacenarlos en el refugio. De la misma manera, han sido eliminadas, de momento, tanto mantas como almohadas, de forma que los usuarios deberán prever, como mínimo, de un saco de dormir, más allá del saco de sábana que, hasta ahora, era suficiente en la mayor parte de refugios.
Las pantallas de metacrilato para aislar grupos en las mesas, cuando sea necesario, están también preparadas para entrar en acción, aunque la limitación de aforo permitirá, probablemente, disponer de suficientes mesas para separar grupos, contando además, si la meteorología lo permite, con las disponibles en la terraza del refugio.
Del mismo modo, los dispensadores pertinentes de gel hidroalchólico están en sus puestos tanto en la barra como en la entrada a los baños.
Es más que probable que las medidas, si la evolución de la pandemia lo permite, se vayan relajando a lo largo de la temporada, sobre todo en lo que respecta al aforo pero, sea como sea, la situación es actualmente la que es y todos los refugios, con sus particularidades y sus condicionantes, trabajan para poder ofrecer una temporada lo más segura a los usuarios de la instalación.
Hasta finales de junio se prevé que la mayoría de refugios del país estén abiertos, en una temporada que si todo va bien, probablemente se alargue algo más de lo normal.