El pasado 2021, más allá del lento despertar de la pesadilla de 2020, será recordado como el de la temporada en que las emisiones en directo de carreras por montaña dieron el paso más firme, hasta ahora, de cara a su normalización. “Streaming” es una palabra que forma parte hoy en día de nuestro vocabulario. El trail no es una excepción y las emisiones en directo ya no son una anécdota.
¡ESTAMOS EN EL AIRE!
La realización de vídeos promocionales en carreras por montaña no es nada nuevo. Ya en el siglo pasado los organizadores captaron el poder de la imagen en movimiento para atraer la atención del corredor hacia su evento. La posibilidad de crear un video para después difundirlo de la forma que sea, algo que ha visto su eclosión con la aparición de las redes. Una forma excelente de vender un territorio, un evento y difundir la esencia del trail, que está en la excelencia del territorio que se recorre.
La imagen fija en estos casos es el soporte primigenio, con unas utilidades que divergen de las de la imagen en movimiento, a pesar de que la intención final sea la misma. Técnicamente, la imagen fija lo tiene más fácil desde un punto de vista operativo dado el terreno en que nos movemos, pero la evolución de la tecnología ha ido facilitando las cosas para que sea posible obtener grandes resultados con una economía de medios impresionante en relación a una o dos décadas atrás.
Pero no nos equivoquemos, esa economía de medios no quiere decir que se puedan obtener buenos resultados con cualquier cosa, no caigamos en la trampa. La posibilidad de ofrecer a un público potencial un resultado coherente y atractivo, tanto si se trata de un video promocional, como si nos aventuramos a una posible emisión en directo, exige un gran esfuerzo en medios materiales y humanos, que aumentará significativamente en el momento que nos planteemos que esa emisión en directo se lleve a cabo en televisión.
Una vez más, el precursor de todo esto es el UTMB, guste o no la carrera faro del trail, en la que muchos se miran y quisieran verse reflejados y de la que todos acaban extrayendo algo interesante. Desde siempre, la necesidad de producir material promocional de calidad forma parte del ADN de la carrera, con la realización en sus primeros años de vídeos promocionales de muy buena calidad, pero desde hace ya unas cuantas ediciones, la organización del evento alpino invierte muchos esfuerzos para procurar una emisión decente del evento, algo que ha ido evolucionando en una suerte de canal privado de televisión – con contenido más allá de las carreras – durante toda la semana del evento ¿Y para qué? Pues para potenciar la difusión de forma que los patrocinadores obtengan el máximo de su inversión y, además, se pueda ofrecer un valor añadido destinado no sólo a los participantes si no a todos aquellos interesados por este deporte: acompañantes de los corredores, los mismos corredores mientras no corren, aficionados en general…. Razones de peso que no necesariamente tienen que interesar a todos los perfiles organización de carreras.
“Streaming”
Sea como sea, a todos nos atrae la posibilidad de poder seguir un evento de trail running desde donde sea cuando no podemos estar ahí.
Pero ¿Qué hay detrás de la posibilidad de disfrutar del seguimiento de una carrera en directo?
A pesar de la banalización técnica que acompaña a todo lo que tiene que ver con redes, de esa percepción que todo (sobre todo el trabajo de los demás) es muy fácil, podríamos decir, en resumen, que lo que hay detrás de una emisión en “streaming” es un gran esfuerzo en el que se implica a todo un equipo y que va mucho más allá de una cámara “de aventura” o un teléfono grabando in situ y colgando contenido en un “live” de alguna red social.
A la hora de plantear algo serio, el principal problema es siempre la cobertura 4G de que pueda disponer el recorrido, que implica un reconocimiento previo del terreno en su totalidad para poder planificar dónde se puede o no grabar, porque el envío de las imágenes es el punto clave a la hora de valorar la posibilidad de plantearse una retransmisión en directo, desde la plataforma que sea. A las posibilidades de conexión se les suele sacar el máximo rendimiento mediante las llamadas “mochilas 4G”, un material caro (unos 6.000 euros unidad) que puede trabajar con hasta 4 tarjetas diferentes y puede explorar el nivel de conexión en cada momento aprovechando el que funcione mejor. La planificación de una buena cobertura en “streaming” puede representar unos 900 euros sólo en tarjetas.
En los casos en que existe contacto visual entre el punto de emisión (cámaras) y el de recepción (realización) se pueden utilizar repetidores, y en aquellos casos en que no hay posibilidad fiable de envío y recepción de imágenes, entra en juego el equipo de realización y redacción que aprovechará ese material en cuanto sea posible recibirlo para meterlo en la emisión como falso directo o un repaso de los momentos vividos en la carrera, por ejemplo.
Si se plantea una emisión de calidad, el equipo deberá disponer de un director, un realizador, operadores de cámara (runners incluidos), un ayudante de realización (para gestión de grafismos, publicidad etc) un técnico de sonido, un técnico de “highlights” para ir controlando esas imágenes que valdrá la pena repetir como momentos significativos de la carrera (“repeticiones de la jugada”) y un set de TV con su cámara y su comentarista, que habitualmente será más de uno para dinamizar la emisión que, para un recorrido de distancia maratón, debería contar, para un trabajo óptimo, de ocho cámaras y tres drones. Obviamente, todo se puede optimizar, pero siempre con cargo a la calidad y fiabilidad de la emisión. No hay que decir que, con un apoyo logístico competente, es posible desplazar a los operadores de un punto a otro de la carrera, aunque no en todas las pruebas se dan las condiciones para que esto sea posible: desplazar efectivos puede requerir una inversión de tiempo que un directo no se puede permitir. Este es otro de los puntos a valorar cuando se analiza el recorrido tanto sobre el terreno como sobre el mapa.
Desde el campo de los operadores de cámara, hay que contar con gente que pueda generar recursos de imagen y tomas generales, operadores de cámara que, con el material necesario, puedan acompañar durante un tramo a los corredores de interés (los llamados “camera runners”) ofreciendo continuidad de imagen y, como no, los operadores de cámara para las imprescindibles tomas aéreas, para las que, por un lado sólo hay que contar con cobertura en el punto donde se sitúa el operador, pero por otro lado representan un infierno de permisos y autorizaciones (que alguien deberá gestionar…). Si el recorrido lo permite y hay algún punto especialmente emblemático, se suele pensar también en la posibilidad de instalar cámaras estáticas que vayan enviando imágenes de forma continuada de manera que realización pueda disponer de material de contenido: es muy importante que no se generen vacíos de emisión. Y a pesar de que como retransmisión deportiva se da siempre preferencia a los primeros, se suele trabajar en la obtención de imágenes más generales para ir dando una idea genérica del desarrollo de la carrera.
Ya antes de que la carrera arranque, el set de televisión deberá estar trabajando para ofrecer a los espectadores material atractivo, pedagógico y seductor. Más allá de todas las exigencias técnicas de la instalación de un set de TV, será necesario disponer de alguien con capacidad comunicativa y que, naturalmente, esté vinculado al mundillo (que sepa de qué habla). Alguien que deberá disponer de un guion en que se habrá detallado, minuto a minuto, todo lo que se va a hacer y decir en las horas que seguirán, y que deberá poder basarse en información ágil y fiable (al momento) de lo que suceda en la carrera, punto en el que entra la necesidad de un sistema de cronometraje fiable y que pueda aportar información más allá de tiempos de paso por un punto determinado.
Las posibilidades a la hora de plantear la retransmisión son infinitas, todo depende de los recursos de que se disponga, pero no hay que perder de vista que todos esos recursos tendrán más o menos recorrido en base a la calidad de la plataforma por la que se retransmita la carrera, es decir, al nivel de difusión de que dispongan, en este caso, las redes sociales del evento, con lo cual es importante antes de plantearse la posibilidad de dar el paso del video promocional a la emisión en directo, valorar si ese esfuerzo lo vale o, tal vez, aún no es el momento.
Televisión
Y aquí llega la hermana mayor, en la que el nivel de exigencia es aún más alto. La emisiones deben poder ser emitidas, en muchos casos, en alta resolución, por ejemplo y el tiempo dedicado a un espacio tiene, en televisión, un valor económico que, probablemente no tenga, por ejemplo, el canal de youtube de una carrera. Y a pesar de que todas las opciones buscan (o deberían) la excelencia, es obvio que un corte de emisión, por un fallo de cobertura, por ejemplo, en una retransmisión televisiva tiene unas consecuencias mucho mayores que en una red social de una carrera, por grande que ésta sea. Esto implica que, cuando la televisión entra en juego, todo se multiplica. Pero para entender todo lo que esto representa cuando pasamos a la primera división, os invitamos a seguir leyendo la entrevista a Xavi Casillanis, responsable de las emisiones en directo de carreras por montaña que se han hecho hasta ahora desde Televisió de Catalunya (tres esta temporada) nos cuenta todos los pormenores de un proyecto de estas dimensiones.
La emisión en directo de carreras por montaña es, para muchos, una especie de sueño hecho realidad.
¡No cambien de canal!