En muchos casos, demasiados, nos movemos sólo en base a lo cuantificable, un concepto que, aunque muchas veces es necesario, suele quedar limitado, por ejemplo, cuando se trata de definir una experiencia. Los números no lo son todo. No todas las maratones son sólo maratones. Y el Trail Vielha – Molières 3010 es más.
CONCENTRADO
El Trail Vielha – Molières 3010 es, de base, una maratón, lo cual en parámetros de montaña quiere decir una distancia aproximada de cuarenta y dos kilómetros (uno más en este caso).
Hasta ahí, todo bien. Una más. Pero si añadimos a la ecuación sus 4.200 metros D+, empezaremos a hacernos una idea de qué estamos hablando… Para tener alguna referencia, la carrera de las carreras en cuanto a popularidad, Zegama-Aizkorri, que nadie va a dudar que es una prueba dura, tiene 2.000 metros menos de D+ (2.321 mts D+ concretamente).
Podemos seguir con los números: el desnivel aparece, principalmente, en base a tres grandes ascensos a lo largo del recorrido, el segundo de los cuales nos lleva a la cima de uno de los tresmiles del Pirineo, el Tuc de Molières, una montaña que está lejos se suba por donde se suba.
Y ahora abandonemos lo cuantificable y consideremos un terreno entre técnico y muy técnico en buena parte del trayecto, con piedras para aburrir que ponen las cosas difíciles a los más corredores, con un pasaje estrella, debidamente monitorizado por voluntarios y equipado con una cuerda, que remata el inicio del largo descenso del Tuc de Molières hacia la boca sur del Túnel de Vielha.
Un terreno que ofrece pocas oportunidades para relajarse y habitualmente nos llevará del ambiente fresco en las zonas más altas a una zona de tórrida humedad al inicio del último ascenso, que nos conducirá al Port de Vielha, antigua ruta de conexión entre la Val d’Aran y la comarca vecina. Un portentoso recorrido de montaña bajo la gestión de un equipo de los que generan afición y que, con medios limitados lleva ya seis ediciones, con ésta, poniendo alto el listón de una prueba doméstica y acogedora pero no por ello sencilla: el Trail Vielha – Molières 3010 es claramente una maratón con vocación de ultra, por dureza, por ritmos impuestos, por paisaje y, sobre todo por la sensación en meta de haber recorrido un largo viaje desde la salida, porque cada kilómetro hay que sudarlo, uno a uno, con poco tiempo para bajar la guardia. Más que en otros lugares.
En un día de sol y nubes que pasaban a toda velocidad a causa del viento protagonista del día, el medio millar de corredores que tomaron la salida en la maratón y en su hermana pequeña, la Mont Pius Sky Race, disfrutaron e un tiempo excelente para correr, incluso en la mencionada zona al inicio del ascenso al Port de Vielha, donde el viento hizo más soportable el calor que habitualmente se vive en ese sector. Sólo los que pasaron al final del día por el Port de Vielha encarando el largo descenso final a última hora de la tarde, vieron como la niebla limitaba su visibilidad en algunos puntos. Ya a media noche, con todo el mundo en casa y todo recogido, una discreta tormenta regó, una vez más el valle.
Una edición en la que todo hacía pensar que un pletórico Hugo Fenoll iba a pulverizar el récord de la prueba, ostentado por Martí Lázaro desde 2021 con 6h00:49.
Fenoll pasó en tiempo de récord por la cima del Tuc de Molières, con una amplísima ventaja de 25 minutos sobre sus seguidores y con aspecto de ir fresco… Parecía que todo estaba ya vendido. Pero su trayectoria se vio truncada por un sabotaje en el marcaje del ascenso al Port de Vielha, lo que provocó que, tras una carrera impresionante, Hugo Fenoll entrara en sexta posición luchando contra la adversidad y el lógico desánimo.
Según nos explicó la organización, el mencionado pasaje fue marcado el miércoles previo a la carrera, y se hizo un repaso el mismo día sobre las nueve de la mañana, algo más de una hora antes de que Fenoll pasara por la cima del Tuc de Molières. Un senderista avisó de que no había visto marcas en el camino (muchas aparecieron escondidas bajo piedras) de modo que se inició el remarcaje desde arriba y desde abajo, aunque sin que fuera posible evitar que el primer corredor se perdiera, no así sus inmediatos seguidores, sea porque conocían el recorrido, sea porque llevaban el trazado en el reloj. La “gracia” de algún desaprensivo, truncó la que llevaba camino de ser una gran carrera del mencionado Hugo Fenoll, que no pudo recuperar en tiempo perdido en el largo descenso a Vielha y tuvo que ceder la victoria a Nil Bacardit (6h41:52) veterano de una prueba que ya había vencido en su primera edición, en 2017 en 6h25:21 y en la que también quedó tercero en 2019.
Más allá del desgraciado incidente, el Trail Vielha – Molières 3010 es una gran carrera que, aunque dentro del parámetro maratón, es una excelente opción para aproximarse a las sensaciones de una ultra sin tener que lanzarse a kilometradas fuera del alcance de la mayoría.
Un recorrido excepcional, una organización impecable, una cantidad de corredores gestionable… todos los ingredientes para ofrecer un recorrido de montaña, de la de verdad, en una especie de “ultra concentrado”. Vale la pena si os gusta la montaña.
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