Tras unos años convulsos, con incidentes de todo tipo (al límite de una película fantástica), cambios organizativos y de fechas, el reloj se ha puesto en hora para una edición más de Transvulcania by UTMB, ya en primavera, y que ha tenido reminiscencias de un lejano pasado, allá en 2012, en el que un joven americano batió al Rey. El Rey no estuvo esta vez, pero el joven americano volvió a reinar.
El RELOJ EN HORA
Con algunos ajustes de recorrido en la maratón y el bautizo de las pruebas más cortas – la maratón pasa a llamarse “Volcanes” y la media “El Roque” – la isla de La Palma vivió una nueva edición de una carrera que puede decir que tiene uno de los recorridos más bonitos del calendario.
Todo el mundo suele estar orgulloso de su territorio y, por tanto, del recorrido de su carrera (si la hay) pero, habiendo visto ya unas cuantas, no hay duda de que Transvulcania es probablemente uno de los mejores recorridos que se pueden hacer hoy en día en un ultra. Es más, es un recorrido lógico que se dibuja solo sobre el mapa, algo que dice mucho a su favor, con una distancia larga pero controlable, dura, pero sin pasarse, con terrenos de todo tipo, técnico, arenoso, bosques, lomas… y la incomparable experiencia de progresar por terreno de lava negra salpicado con el verde de la vegetación, sin olvidar la sección por la fantástica Caldera de Taburiente y uno de los mejores y más largos descensos que se pueden vivir en una carrera por montaña: 2.400 metros negativos del Roque de los Muchachos al nivel del mar en Tazacorte que ponen a prueba los cuádriceps de todos y cada uno de los participantes. Todo ello rematado con un tramo final en alto -habitualmente con temperaturas de escándalo – que pone la guinda final a la fiesta… Una carrera que, además, se desarrolla prácticamente toda con luz de día, a excepción de la primera hora y media tras la salida, a las seis de la mañana, en la punta sur de la isla, en el faro de Fuencaliente. Lo justo para dar ambiente de ultra a la carrera.
A pesar de todo, acceder a la isla de La Palma no es tarea fácil (ni barata), más teniendo en cuenta que tras la pandemia hay menos vuelos directos y es necesario pasar por Gran Canaria o Tenerife para, de allí, utilizar un vuelo interinsular. A ello sumaremos el aumento de precios de los vuelos (y de la vida en general) y nos quedaremos con los 2.100 esforzados participantes (2.400 inscritos) de esta edición (en todas las carreras), una cifra respetable que, aunque está por debajo de los 2.500 participantes de la pasada (3.200 inscritos), hay que tener en cuenta que la edición de octubre de 2022 se alimentó en gran parte de corredores “arrastrados” por las cancelaciones anteriores (pandemia y volcán) con lo cual no son números representativos.
En cualquier caso, Transvulcania by UTMB se ha quedado poco por debajo de los niveles de participación de la edición de antes de la pandemia, en 2019, en la que tomaron la salida en alguna de las pruebas 2105 corredores, quinientos por debajo de la anterior edición en 2018, que registró unos números similares a la edición de 2017. Todo esto excluyendo las pruebas de kilómetro vertical, no incluidas en los registros de la ITRA.
En esta edición, los cambios en las carreras más cortas afectaron, de entrada, a las salidas, que en el caso de la maratón (“Volcanes”) actualmente tiene lugar a las nueve de la mañana en el faro de Fuencaliente, y en el caso de la media (“El Roque”) tiene lugar a las nueve y media en el mismo Roque de los Muchachos, con lo que El Pilar se convierte en un punto de paso más del que desaparece el ambiente de antaño, promovido por la llegada de la media y la salida de la maratón más que por el paso de la ultra, en un punto que, dadas sus características, generaba un nudo logístico del que, una vez dentro con un vehículo, era difícil salir.
Esta edición vio un día complicado en las zonas altas, con un fuerte viento y una nube pegada a la montaña a partir de la zona de la Deseada hasta casi el Roque, donde la altura añadida –ya por encima de la nube – con el consecuente descenso de la temperatura y el mencionado viento no puso las cosas fáciles a corredores y organización.
Desde un punto de vista puramente deportivo, una buena lista de corredores de élite aseguró a la afición buenas carreras, competidas y con ritmos altos que, en el caso de la ultra vio en el podio a un viejo conocido de la isla, el norteamericano Dakota Jones (7h02:16), que en un lejano 2012, siendo apenas un veinteañero, se llevó la victoria ante un Kilian Jornet superado por la temperatura y la humedad. Once años después, Jones lo ha vuelto a lograr tras una disputada carrera con un grupo Top10 de cabeza que fue entrando en meta en intervalos de cinco u ocho minutos…
En mujeres, una carrera excelentemente gestionada llevó a Martina Valmassoi (9h09:13) en primera posición a los Llanos de Aridane, veinte minutos por delante de su inmediata seguidora Edyta Lewandowska.
La Volcanes (maratón) se la llevaron Dimas Pereira (4h20:28) con autoridad en hombres y Toni McCann (4h49:23) en mujeres en una carrera, como suele ser habitual, más disputada.
El impresionante descenso desde el Roque de los Muchachos (con el remate ascendente desde Tazacorte), la Roque, puso en meta a Josep Miret en 2h08:03 y a Leire Fernández en 2h35:43.
Naturalmente, todo ello amenizado con la correspondiente emisión en directo amenizada esta vez con una leyenda, Luís Alberto Hernando, como comentarista invitado.
El listón de Transvulcania sigue estando alto.