Una edición de aniversario. El décimo. De una carrera que tiene como principal activo un territorio extraordinario y un equipo humano aún mejor. Desde la modestia, desde la limitación de recursos, la gente del Centre Excursionista de Olot ofrece, en la pequeña población de Oix, un fin de semana para todos los gustos de corredor (largo, medio, corto…) en el que descubrir uno de los terrenos más espectaculares del prepirineo catalán: la comarca de La Garrotxa.
¿CORRER?¿PATINAR?
Una comarca con una orografía de origen volcánico particularmente agreste. No hay grandes montañas… ¡Pero hay muchas! Muchísimas de hecho. Un territorio en el que el terreno llano es difícil de encontrar y en el que los cresteos y los hayedos, técnicos para correr, están en el ADN del recorrido. No hace falta subir a más de 2.000 metros para disfrutar de unas vistas espectaculares y tener la sensación de estar en la montaña y, sobre todo, aislados.
Un recorrido en el que, más allá de la salida y la llegada en Oix, sólo se cruza una pequeña población a los pocos kilómetros del inicio: el primer avituallamiento en el encantador pueblo de Beget – que merece una visita fuera de carrera, sin prisas -. El resto del recorrido serán bosques y crestas, collados y torrentes sin volver a ver un núcleo habitado hasta la meta, tanto en la carrera de 62Kms como en la maratón. Los avituallamientos están todos en zonas aisladas, algunas de ellas inaccesibles en vehículo, lo que lleva a que, en Talaixà, un lugar de doble paso en el que se genera el bucle que compone el sector este del recorrido, los voluntarios del Centre Excursionista de Olot suban, en las semanas previas, más de 350 litros de agua (a parte del resto de suministros para el avituallamiento) literalmente a la espalda en un recorrido de cerca de una hora desde el vehículo hasta el avituallamiento. Una tarea titánica que sólo hace posible el entusiasmo de la organización, dirigida por un núcleo duro que invierte muchas horas durante todo el año y que está compuesto, no por conocedores, si no por verdaderos eruditos (y amantes) del territorio que ponen con orgullo a nuestra disposición, del mismo modo que ponen a disposición de la Fundación Albert Bosch, dedicada a la investigación de la curación del cáncer infantil, los beneficios que pueda generar la prueba.
En esta décima edición, los recorridos largos han sido revisados de forma que los 53 kilómetros se han convertido en una maratón y la prueba de 84 kilómetros ha pasado a unos más racionales 60, sin que los participantes de este año hayan echado en falta distancia: el terreno se ocupa de ello, sobre todo este año en que la lluvia, a ratos el viento y, como no, el omnipresente barro, pusieron las cosas difíciles de verdad a los participantes. El encanto de los hayedos esconde un terreno muy resbaladizo que llevó a la práctica totalidad de los participantes (siempre hay alguna afortunada excepción) por el suelo en varios puntos del itinerario: los resbalones, muchos de ellos con revolcón incluido, pero sin consecuencias para sorpresa del personal médico de la organización (siempre hay una doctora en Talaixà y personal sanitario en meta).
Pero una carrera es una carrera y además en este caso era la prueba definitiva para la Copa Catalana de Curses d’Ultraresistència. Ritmo fuerte con cambios marcado hasta la mitad aproximada de la prueba por Marc Costa, punto en que, en la categoría masculina se definió lo que sería el resultado final, con un Wifred Lladó situándose en primera posición ya hasta la meta (7h18:13) y proclamándose campeón de Catalunya de ultras. Le siguieron Ramon Nicolás (7h27:13) y Albert García (7h32:55).
En mujeres, una efectiva Aina Cusí dominó la práctica totalidad de la carrera entrando en meta en 8h19:00 y proclamándose también campeona de Catalunya de ultras. Le siguieron Anna Fernández (8h46:18) y una veterana y al parecer incombustible Roser Español (9h01:31) que cerró el podio femenino.
El domingo, ya con un día soleado y apacible a pesar de las nieblas matinales, se celebraron las distancias cortas (23K y 9K) en las que, a pesar del barro, los primeros impusieron un fuerte ritmo que vió en primera posición en meta a Marc Traserra (2h12:00) seguido muy de cerca por Blai Roca (2h12:27) y Ramon Caballería (2h14:19) en hombres y Maria Arimany (3h05:49) Anna Font (3h17:11) y Saray Prat (83h17:36) en mujeres.
La carrera corta Jacob Cortés (38:46) Eduard Gutiérrez (45:50) y un jovencísimo Quim Vayreda (15 años, 46:35) conformaron el podio masculino, mientras que Cristina Solé (48:43) Júlia Zardoya (50:42) y Lidia Artero (52:45) cerraron al palmarés de la prueba.
Un gran fin de semana, con condiciones duras el sábado, que permitieron disfrutar de un entorno que pide a gritos una visita a cualquiera a que guste disfrutar de un entorno agreste en un ambiente amigable.
GALERÍA FOTOGRÁFICA