19-03-2024

LA REFLEXIÓN DEL LUNES

 

No somos tomates

Se apunta a que el contagioso coronavirus surge de la pérdida de hábitats en el planeta. La acción destructiva del hombre conlleva un contacto más próximo entre humanos y animales portadores del Covid. A este hecho y a la alta capacidad de contagio del maldito elemento se le suma la terrible velocidad de propagación como consecuencia de la globalización inherente a nuestro sistema económico, donde la movilidad a bajo coste se ha convertido en uno de los pilares del presente.

Todos nos movemos de aquí para allá alegremente sin tener en cuenta los costes medioambientales; nunca el viaje había sido ni tán fácil ni resultado un acto tan banal. En cuestión de horas y con presupuesto contenido, podremos vivir en el paraíso. El exotismo se ha democratizado, gracias a la cultura low cost. 

Y aquí llega el Covid-19 dispuesto a colapsar esta preciosa maquinaria global. Y como las crisis son la oportunidad para la reflexión, y la del coronavirus no es una excepción, habrá que dedicarle un tiempo, a pesar de que los engranajes de este sistema económico y el aparato mediático intenten evitarlo a toda costa cubriendo nuestras vidas de cifras fatales, de muertes y contagios, de pérdidas económicas y paro, de previsiones apocalípticas.

No obstante, existe la otra cara de la moneda, la que nos habla de los efectos positivos sobre el medio ambiente, el planeta y directamente también sobre la salud de los humanos: el descenso de contaminación por la drástica reducción de la movilidad, de la actividad industrial y de otras variantes ha purificado las aguas marinas, regenerado el aire, los ecosistemas y los espacios naturales; y ha salvado vidas humanas. Según la revista Forbes, el profesor Marshall Burke calcula que en dos meses de confinamiento en China y de consecuente reducción de la contaminación atmosférica, se han salvado las vidas de 1.400 niños menores de 5 años y 51.700 adultos. «Incluso bajo estos supuestos más conservadores, las vidas salvadas debido a la reducción de la contaminación son aproximadamente 20 veces el número de vidas perdidas directamente a causa del virus», afirma el científico. De los efectos positivos de la pandemia poco hablan los medios. No interesa hacer evidente, por contraste, la faceta más funesta de esta economía depredadora de recursos naturales, dispuesta a acabar -una actitud poco inteligente, por otra parte, y muy coronavírica- con la mano que le aporta la subsistencia.

Una vez superada la pandemia, nada debería de ser igual. El individuo saldrá de nuevo a la calle, pero esperemos que más consciente del impacto sobre el planeta de este sistema económico del cual somos todos partícipes. La ley de la naturaleza nos está dando señales cada vez más contundentes y recurrentes de que no vamos por buen camino.

Por ello, habrá de imponerse una nueva ética y nuevos modelos de consumo, comedidos, conscientes, alejados del patrón actual y locales; y entre estos también la movilidad y su fórmula de bajo coste. Si somos de los que sinceramente nos atañe la sostenibilidad, tendremos que reenfocar nuestras vidas valorando lo cercano, los paisajes y territorios de kilómetro cero y de proximidad. Habrá que descubrir el exotismo, valga la paradoja, de los espacios vecinos y, por qué no, domésticos; asumir los costes ambientales de nuestros movimientos; correr las carreras cercanas y evitar dar tumbos por el mundo como si de un tomate surgido de los invernaderos de Almería se tratase. ¡Qué contrasentido el uso de vasos reutilizables en avituallamientos en pos de la sostenibilidad y a su vez viajar en avión a los confines de la Tierra para participar en una carrera, por importante y decisiva que sea, en un fin de semana!

Algún día, esperemos que no muy lejano, consigamos despertar del feliz sueño con que este sistema nos endulza la vida…

 
Texto: Eliseu T. Climent / Revista TRAIL
Fotografías: Quim Farrero / Revista TRAIL

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies