9 de abril en la periferia del Polo Norte Geográfico
Corredores de una veintena de países se enfrentarán a temperaturas límite sobre la costra de hielo flotante del Océano Glacial Ártico
A finales de marzo la Asociación de Exploración Polar de Rusia levantará su temporal Base Polar Barneo entre los 89º y 90º Latitud Norte, dependiendo de la deriva de la costra de hielo flotante del Océano Glacial Ártico. La base será el alojamiento de los corredores del North Pole Marathon 2014. Por razones de logística la inscripción sólo alcanza para 60 participantes. No es una carrera fácil ni barata. Se celebra en el paraje más remoto que existe, en la fábrica del frío del planeta, y conviene buscarse un buen sponsor.
Un avión Antonov ruso, preparado para aterrizajes sobre el mar helado, se encargará de transportar a los maratonianos del Polo Norte desde Longyearbyen (archipiélago noruego de Svalvard) hasta la Base Polar Barneo. La base se compone de confortables tiendas de campaña y carpa-comedor que hacen olvidar la gélida realidad exterior, entre 25º y 40º bajo cero. Al contrario que las bases polares de La Antártida, construidas de forma permanente, la Base Barneo del Ártico es montada y desmontada cada temporada debido al continuo e imprevisible movimiento de la costra de hielo flotante del Océano Glacial Ártico. La instalación es mantenida en pie alrededor de un mes.
Desde la ciudad rusa de Murmansk y posteriormente desde la noruega isla de Svalvard se transporta todo lo necesario mediante helicópteros y aviones. Con el lanzamiento de una decena de paracaidistas y un par de tractores quitanieves se iniciará la instalación de la base. El cometido de este primer equipo es alisar la superficie del hielo para favorecer el aterrizaje del Antonov74 encargado de trasladar y evacuar a las expediciones científicas o deportivas que operen en las inmediaciones del Polo Norte geográfico. También a los maratonianos del Polo Norte que allí competirán el próximo 9 de abril.
Durante esta época del año el sol no se oculta en la periferia del Polo Norte Geográfico, por tanto el maratón podrá dar comienzo en cualquier momento de las de 24 horas de luz del nueve de abril. Puestos en marcha, los corredores tendrán que progresar sobre hielo flotante cubierto de nieve azúcar, más o menos profunda según el tramo, con dunas, montoneras de bloques de hielo, grietas y gélido ambiente polar. La costra de hielo marino sobre la que se transita ronda los dos metros de grosor y dependiendo del viento y las corrientes marinas puede desplazarse varios kilómetros al día en cualquier dirección o agrietarse inesperadamente.
De las diez ediciones celebradas del Maratón del Polo Norte, la de 2009 fue la más exigente al tener que soportar los participantes temperaturas de 37º bajo cero con ráfagas de viento de 45 km/h, lo que provocó una sensación térmica límite. Días después de celebrarse el maratón una grieta a mar abierto partió en dos la Base Barneo, afortunadamente sin consecuencias para sus ocupantes. Bajo el hielo flotante se abren cuatro mil metros de abismo marino.
Los cronos finales de cada corredor van a depender de su adaptación al frío, de cómo se encuentre el terreno para correr y de las cambiantes condiciones atmosféricas. Los vigentes records del North Pole Marathon están en posesión del irlandés Thomas Maguire, 3:36:10, (recordman de Irlanda en 100KM -7:05:06-) y de la británica Fiona Oakes, 4:53:09, (mejor registro personal en maratón de asfalto 2:38).
Si la temperatura se mantienen torno a os 25º bajo cero con viento en calma todo será relativamente soportable durante el desarrollo del maratón, pero si el termómetro desciende de los 30º o el viento sopla con fuerza la carrera se convertirá en un verdadero infierno. Hay que recordar que el principal problema a tan baja temperatura y máxima exigencia física es el sofoco por exceso de abrigo poco transpirable, pues el sudor se congela entre las diferentes capas, convirtiendo a la ropa en una armadura de hielo que puede colapsar el organismo. Y no sólo se hiela el sudor, también los geles, el líquido de avituallamiento… y hasta el alma, según algunos. En esas condiciones cometer un error o sufrir una ‘pájara’ es algo serio.