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En lo más occidental de Europa, cerca de donde se pone el sol una pequeña isla, sorprendentemente al margen del desarrollo turístico descontrolado de algunas de sus vecinas, ofrece la posibilidad de disfrutar de una de esas carreras que hacen afición.
DESCUBRIENDO UN PEDAZO DE PARAISO
El Hierro es un paraíso con potencial para el turismo activo en dosis razonables, y practicable durante todo el año, que se muestra al mundo con un evento, el Maratón del Meridiano Naviera Armas, de forma contenida y efectiva. Sin grandes aspavientos, pero con la confianza del que sabe que su producto es bueno.
Organizado por el Ayuntamiento de La Frontera y patrocinado por entidades y empresas canarias que van desde agencias de viajes (Viajes Insular) a navieras (Armas), El Meridiano es un evento cómodo, en el que todo está a mano y en el que un millar de corredores se distribuyen entre el KV (jueves) y las distancias de 9, 18, 28 y 43 kilómetros recorridas el sábado en un territorio que es, todo él, reserva de la biosfera.
Llegar a El Hierro no es un viaje corto, pero vale la pena porque la isla, su evento (y más allá del evento) tienen mucho que ofrecer al visitante, en este caso corredor de montaña. La pequeña población de La Frontera pone toda la carne en el asador para un evento en el que participan incluso los chavales de secundaria de la escuela pública de Tigaday, que cubren la carrera en su publicación “Tiempo de igualdad” y en la radio de la escuela, al tiempo que hacen sus pinitos asistiendo a los speakers profesionales durante las carreras de los chavales el viernes por la tarde. Confirmamos que hay cantera en el mundo de las carreras, y no sólo de corredores.
Un evento variado trufado de nombre interesantes (Heras, García de los Salmones, Castro, Nordskar, Kjaerevic, Castillo…) que a nivel deportivo ofrecieron un buen espectáculo en todas las distancias y entre las que, una vez más, hay que destacar la actuación de Miguel Heras – “El Maestro” – en los 43 kilómetros (3h49:48); un hombre incombustible cuya experiencia y potencial se impuso a la energía y la juventud representada por el resto de sus contendientes, y que llegó a meta al límite de la deshidratación, por no ceder en algún avituallamiento del descenso esos preciosos metros que le arrancó a su inmediato seguidor, Anders Kjaerevic (3h54:28). Heras se plantó finalmente en meta con una ventaja de unos cuatro minutos y medio ganados a pulso. Y por detrás de ellos: Álvaro Escuela (4h01:19).
En mujeres, Sylvia Nordskar (4h30:32) se impuso a Azara García (4h47:25) aunque sin poder superar el récord de la prueba (4h25:06 en 2018) ostentado por esta última, seguidas las dos por una joven y brillante Yasmina Castro (5h01:35).
En las pruebas más cortas se batieron récords en dos de tres: los 28K vieron como Daniel Castillo (2h24:01) y Andrea Rico (2h54:37) liquidaban los récords ostentados por Javier Sosa (2h25:45) y Cristina Portillo (3h14:43) los dos en 2019, del mismo modo que en los 9k Matías huertas (39:15) y Lorena Morón (51:47) destronaban a Javier Fernández (40:40) y Ángela Morales (57:15).
Los 19K vieron vencedores a Sergio Álvarez (1h32:25) y Isabel Cristina Salazar (2h09:08).
Pero más allá de hazañas deportivas, el Maratón del Meridiano ofrece al corredor un terreno en general cómodo, pero explosivo, con un poco de todo: terreno propio de un kilómetro vertical, sectores de tierra volcánica en los que correr es un placer y un vertiginoso descenso final hacia la meta con el atlántico de fondo, todo ello amenizado por zonas boscosas de verdadero cuento de hadas y un final de fiesta con música y diversión para los que aún tuvieran energía.
Una excusa perfecta para descubrir un pequeño pedazo de paraíso.
Álvaro Escuela 4:01:19
Evaristo Almeida 2:41:11
Andrea Rico 2:54:37
Karim Cabeo 1:37:27
Verónica de Vera 59:23